Derramando tus lagrimas
de sal
sobre las sábanas blancas
que cada noche
acarician sin pudor
acarician sin pudor
la extrema calidez de tu
cuerpo.
Apagas con tristeza el
fuego
que nace
de la pasión
de un suspiro que se
escapo
de tu boca
para buscar
para buscar
entre los brazos del
viento
el espejismo
el espejismo
que calme tus ansias de
libertad…